El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Para los niños, fue un juguete.
Drummond la poetizó.
David, mató a Goliat.
Y Miguel Angel le sacó la más bella escultura.
En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra ¡sino en el hombre!.
No existe "piedra" en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
DESCONOCIDO
Espero que esta bonita reflexión os haya gustado.
Un abrazo
Mª José Carrillo
Consultora e Instructora de Feng Shui
http://fengvalles.com/
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